A mitad de semana - Pueblo sabio y entendido

Esta última semana estuvimos aprendiendo sobre la importancia de ser “discípulos” de Cristo y tal como ese término lo describe, nuestra actitud tiene que ser la de estar en constante aprendizaje de la Palabra de Dios para incorporar los principios que allí se encuentran a nuestra vida.

Recuerde nuestra motivación no tiene que ser el transformarnos en “creyentes” sino en “discípulos”.

Teniendo en cuenta esto es que quiero sumar un principio valioso para seguir desafiándote a ser un buen discípulo de Cristo.

La Biblia nos relata un episodio previo a la entrada del pueblo de Israel a tomar posesión de la tierra prometida. Moisés vuelve a repetir los mandamientos de Dios delante del pueblo y al comenzar su recapitulación de la ley menciona las siguientes palabras:

“Mirad, yo os he enseñado estatutos y decretos, como Jehová mi Dios me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en la cual entráis para tomar posesión de ella. Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es esta. Porque ¿qué nación grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos? Y ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros?”
Deuteronomio 4:5-8

Me atraen mucho las Palabras de Moisés cuando dice que por vivir la voluntad de Dios seremos sabios e inteligentes y las naciones hablarán acerca de ese pueblo sabio y entendido, del cual se nota que tiene un Dios cercano.

Por mucho tiempo e incluso en la actualidad, la sociedad común ve a la Iglesia como un grupo de gente ignorante, retrógrada, anticuada, antiprogresista, etc. Y sabe lo triste, es que no se nos cataloga de esa manera no porque la Biblia sea así, sino porque en muchos casos lo hemos demostrado con nuestra ignorancia.

En nuestro país tuvimos en estos últimos años episodios que golpearon la moral y los valores de la nación entera, pero rescato de esos episodios un hecho negativo que debemos reconocer para cambiar y redimir la tierra. Este hecho es que quedo expuesta la falta de voz profética y la falta de firmeza de la Iglesia. Y debemos reconocer que el pueblo de Dios le falta conocimiento de la Palabra y no sólo eso, sino también, el celo por defenderla con nuestro ejemplo.

Volvamos a las palabras de Moisés. Si hoy el pueblo de Dios se anima a VIVIR y no solo a conocer la ley de Dios podemos empezar a cambiar el curso de la historia. En donde las naciones no se rían ni rechacen los valores de Dios, sino donde les llame la atención, tal como lo describió Moisés. Y que por la sabiduría de un pueblo que sigue fervientemente a Dios las naciones busquen ser redimidas por los mismos valores.

No te olvides de seguir creciendo en el conocimiento de la Palabra de Dios. No sólo ello preocupémonos por vivirlos, y estar preparados para transmitirlos con fe y seguridad.

 

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