En Apocalipsis
capítulo 5, Juan nos relata que en su visión, hay un libro que precisaba ser
abierto y que no había nadie digno y capacitado para abrirlo, y frente a su
tristeza y dolor, recibe el consuelo de uno de los ancianos.
“Y uno de los ancianos me dijo:
No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir
el libro y desatar sus siete sellos. Y miré, y vi que en medio del trono
y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un
Cordero como inmolado, que tenía siete
cuernos, y siete ojos, los cuales son los
siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra. Y vino, y tomó el
libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono. Y cuando
hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se
postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de
incienso, que son las oraciones de los santos; y cantaban un nuevo
cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque
tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje
y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y
sacerdotes, y reinaremos sobre la
tierra.”
Apocalipsis 5:5-10
El anciano le dice
que sólo el “León” es digno. Pero a la hora de levantar su mirada, se encuentra
que el que está allí para abrir el libro, no es una figura imponente, sino más
bien, un “Cordero” como inmolado.
Es obvio decir que
tanto el “León” como el “Cordero” son la misma persona. Pero si creo que la
enseñanza implícita aquí es que para poder ser “León” rugiente hay que ser “Cordero”
inmolado.
Hoy, en tiempos en
donde muchos buscan el éxito, aplausos, multitud de seguidores, reconocimiento,
poder, etc. (no digo que necesariamente esto sea malo, pero…). Debemos aprender
de la actitud de nuestro Señor Jesucristo a la hora de perseguir lo que
ambicionamos. Ya que las
motivaciones equivocadas nos pueden llevar a utilizar y valernos de los medios
equivocados.
Si hoy perseguimos victoria
alguna, si queremos obtener medallas, si anhelamos ser coronados, no lo
olvides. Para rugir como León victorioso primero hay que ofrecerse como Cordero
para ser inmolado.
Por ello, te animo, a
que hoy comiences, no por forzar o alcanzar victorias por el medio que sea, sino
más bien a rendirte, entregarte, sacrificarte para el Señor. Una vida rendida a
los pies de Dios es la mejor victoria que podemos alcanzar, ya que si le somos
fieles hasta la muerte, es él quien nos coronará.
No
hay victorias sino enfrentamos las batallas.
No
hay resurrección sin muerte.
No
hay corona sin luchas.
No
hay triunfos sin esfuerzo.
Sigamos el ejemplo de
Cristo, donde hay humildad y entrega, Dios exalta y corona.
“Haya, pues, en vosotros este
sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de
Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que
se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose
obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le
exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para
que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos,
y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el
Señor, para gloria de Dios Padre.”
Filipenses 2:5-11
en la tabla periodica tipo estandar de 105 elementos aparece mis iniciales IAIVA y el nombre de Lilikpbh,yo tampoco se si es o no ese mi nombre real si se que la tabla periodica al juntar los numeros 3li,3li,19k,82 pb y 01h que es mi fecha y hora local de nacimiento las junto y sale el nombre codificaod peor no se si es exastymante eso lo que la tabla periodica queire revelarnos.IA significa siglo 1 y Iva siglo 4.
ResponderEliminarcada ser humano tiene su nombre codificado en la tabla periodica de los elementos pero para saberlo hay que buscar numero por numero nuestra fecha y hora local de nacimiento e ir anotando las iniciales por orden.