A mitad de semana - Si Él no está… de que sirve.


Somos constructores por naturaleza. Aun cuando nada estamos haciendo con nuestra vida, igualmente estamos edificando. Por supuesto que dependiendo de nuestro trabajo va a diferenciarse el resultado que vamos a obtener.

Edificamos nuestro futuro, nuestros sueños, nuestra familia. Podemos encontrarnos en las bases de la construcción, o en las partes visibles, o tal vez en los detalles que faltan para concluir la obra. Pero como lo mencionaba siempre estamos edificando. Con prisa o con lentitud, con muchos o pocos recursos, grandes proyectos o pequeños, imponentes o sencillos.

Pero algo que no podemos olvidar, sea cual fuere el proyecto que estamos emprendiendo, es la presencia de aquel quien es el mejor arquitecto, que no solamente tiene los diseños para nuestra vida, sino que es el mejor director para la obra que se está ejecutando.

La Biblia dice:

“Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia.”
Salmo 127:1

Por lo tanto no podemos pretender construir nuestra vida y dejar de lado al mejor arquitecto y al que tiene los diseños y la planificación de nuestra existencia.

De qué sirve, darlo todo y dejar a Dios de lado.
De qué sirve, poner todo nuestro esfuerzo, y no dejar que Él pelee por nosotros.
De qué sirven los mejores planes, y no escucharlo a Él.
De qué sirve gastar nuestra vida, y no dejar que Él nos vivifique.
De qué sirve desesperarnos y no esperar en Él.
De que servirían tantas cosas, sin Él presente.
 
Lo podemos resumir diciendo: Si Él no está… de que sirve

No nos olvidemos, Dios en primer lugar y todo lo demás cobrará sentido.

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